
El Cronista Oficial de la Ciudad de Marbella, profesor Francisco Moyano ha escrito un artículo bastante detallado sobre el popular chef Santiago, dedicándole una página en el diario “La Opinión de Málaga” que como se sabe, tiene como como Redactor Jefe al marbellí y magnífico articulista, José María de Loma, hijo del que fue director del Diario “SOL de España”, Rafael de Loma Rodríguez.

Ha hecho muy bien el Cronista Moyano en recordar la figura de Santiago, que, como buen castellano, tiene como bandera la figura de su antepasado, Rodrígo Díaz de Vivar, “El Cid Campeador” por aquello de ser un luchador incansable, que no se acomoda a la situación de jubilado.



Esta misma mañana, Santiago Domínguez ha sido requerido por el director de Cope Marbella, José Antonio Gómez Gutiérrez para desarrollar una amena tertulia junto a su gran amigo, el presidente de la Academia Gastronómica de Marbella, Dr. Andrés Sánchez Cantos, el crítico gastronómico de Radio La Isla, de San Fernando y presidente de las Academias y Peñas Gastronómicas de Andalucía, Pepe Oneto y algunos destacados chef de Marbella. Y no para.


Hace unas semanas Santiago participó en el Restaurante Asador “La Guernica” de a calle Casas de Campos, de Málaga en una reunión junto a varias personalidades, como se ha publicado en la atractiva edición en papel couché de “La Tribuna Hoy”, Andalucía «Vive el Verano!» donde también aparece mostrando una espectacular langosta en el siempre concurrido, por su calidad, chiringuito “El Laurel” de Las Chapas.


Tiene Santiago una actividad profesional y social, imparable. Hace unos días estuvo en Casa Fernando, de San Pedro Alcántara junto a varios profesionales de Marbella y San Pedro miembros de la Asociación de Cocineros de Marbella de la que Fernando, el hermano del inolvidable “Pepito del Rascacio”, es uno de sus motores.
Santiago, no para. Es requerido por los medios, para que hable de Marbella, de su gran momento y de la gastronomía y en algún caso, como en este de “La Opinión de Málaga” ser un recordatorio de la historia de los grandes años de Marbella.

Santiago, en sí, es historia, es protagonista de la historia del Turismo en Marbella y la Costa del Sol, como así figura en el lujoso y magnífico libro “Lo que yo vi, lo que yo viví”, de José Luis Yagüe Ormad, que Santiago se honra en mostrar a sus amigos.

En el año 2008 la excelente periodista María Angeles Rabadán González, que trabajó en “El Mundo” y ha sido la mano derecha del astronauta y ministro Pedro Duque, recopiló en una lujosa edición, la vida, la historia de Santiago Domínguez, su aportación a la gastronomía y al Turismo.
El libro “Santiago Domínguez, Tradición del Mediterráneo” contiene muchas vivencias de Santiago, muchos aspectos de su intensa vida desde que siendo un niño, salió de su pueblo, Vadocondes, junto a Aranda de Duero, para abrirse camino en la vida. Y se abrió.


La buena imagen de Marbella, también a Santiago le debe mucho, que ha ido por el mundo difundiendo que “Marbella es uno de los mejores sitios turísticos del mundo para comer bien”.
Una vitola de prestigio que ha hecho suya la Academia Gastronómica de Marbella, cuyo presidente, Dr. Sánchez Cantos, su secretario Ricardo S. Bocanegra y otros académicos como Antonio Espada, José Manuel Gutiérrez, Pepe Leandro, Florencio San Agapito o Sebastián Cabrerizo, Juan Guerrero ó Teófilo Alonso, entre otros, quieren que Marbella sea Capital Mundial de la Gastronomía. Como Santiago siempre ha propugnado.



Y lo demostró. Las 23 Jornadas del Festival Gastronómico de Marbella en Santiago, trajeron a los chef más famosos de España, de Francia, Bélgica, Brasil y otros muchos lugares del mundo a “oficiar” en los fogones de Santiago en Marbella y ofrecer los mejores platos.



En sus paredes Santiago ha colgado los reconocimientos más importantes a su trabajo. “Medalla de Marbella”, Premio Nacional de Gastronomía y Turismo, distinción de la Junta de Andalucía, Medalla del Trabajo, Embajador Gastronómico de Castilla y León otorgado por la Asociación Maestres de Cocina, reconocimientos de infinidad de instituciones y Asociaciones.

La calidad gastronómica de Santiago Domínguez Miguel y la creatividad en conseguir nuevos platos, en mejorar la cocina tradicional española y la andaluza del pescado, en ser paladín de las ventajas de Dieta Mediterránea, en saber mezclar sabores y ofrecer con el mejor producto natural de nuestros mares, de nuestras huertas, de nuestros rebaños la calidad y la mas atractiva sinfonía de sabores le han dado mucha fama, mucho prestigio. Pero nunca una Estrella Michelín, que incomprensiblemente siempre se le resistió, aunque ni falta que le ha hecho, ni le hace.

Santiago que nació y se crió en las tierra de la Ribera del Duero se ha significado y mucho, en difundir la calidad y variedad de nuestros vinos, llegando a contar con la mejor bodega de Andalucía y quizá con una de las mejores de España con miles y miles de botellas, de todas las añadas, de todos los pagos y viñedos.


Santiago es un “Nariz de Oro” muy demandado en catas y demostraciones de vinos de calidad y como muy bien dice el experto Paco Banderas, de Guadalmina Licores, “es sin duda una de las personalidades que más sabe de vino en la Costa del Sol”.

Santiago, sin ningún tipo de aditivo, es y siempre será uno de los grandes de la cocina española, uno de los más grandes de la gastronomía. Ahí está su historial, satisfaciendo a los paladares más exigentes. Y haciendo Historia.
Fotos de Rafa Jurado «Fotosol», Cacho y Archivo de «La Tribuna Hoy».

En el artículo publicado esta semana por el Cronista Oficial de Marbella, profesor, Moyano, se dice:
“Los establecimientos regentados por Santiago en Marbella fueron el punto de encuentro de todas las personalidades del mundo del cine, el espectáculo, la literatura, la política, la cultura y la sociedad en general” afirma Moyano.
“Seguir la trayectoria, larga y exitosa, del restaurador Santiago Domínguez, es tanto como recorrer el desarrollo de la ciudad de Marbella como potencia y marca turística.
Desde la mediación de los años cincuenta del pasado siglo, Santiago (no necesita el apellido) ha sido testigo privilegiado y actor de esa evolución.
Burgalés de nacimiento, muy pronto se trasladó a Madrid y posteriormente vivió en Londres, trabajando nada menos que en “Savoy” de la calle Strand, aprendiendo inglés, idioma que domina junto a otros como el alemán y el sueco. Su primera venida a Marbella, junto a su hermano Lorenzo, es a mitad de los cincuenta para encargarse del balneario «Miramar»,que en la zona de la playa cercana al muelle de piedra y la escuela del pósito de pescadores (actualmente la ubicación del “Puerto Deportivo Virgen del Carmen”), había abierto Antonio Hinojosa. Se dice frecuentemente que fue el primero de Marbella con esas características, pero realmente lo había sido el balneario «Costabella», de Marino Villar, asociado con el veterinario Bartolomé Pérez-Lanzac.
Los hermanos Domínguez regresaron a Madrid (Santiago trabajó en “Chicote”), pero volvieron en 1957 y aquí se quedaron definitivamente. Lorenzo abrió un restaurante en San Pedro Alcántara (El “Miramar” junto a la gasolinera) y Santiago, cuando el «Miramar» de Marbella fue expropiado para la construcción del Paseo Marítimo, abrió una marisquería en la calle Antonio Belón, en 1964. Ocho años después se trasladó al Paseo Marítimo.
Primero en el balneario y después en la marisquería, Santiago era la esencia del negocio, innovador (como la instalación del primer grifo de cerveza de la zona) y viajando a Málaga todas las madrugadas para traer los mejores productos. Los establecimientos regentados por Santiago fueron el punto de encuentro de todas las personalidades del mundo del cine, el espectáculo, la literatura, la política, la cultura y la sociedad en general.
Vivió en primera persona el boom de las suecas, real a pesar de que muchas veces se tiña de matices propiamente de la mitología.
Santiago sucumbió de lleno al fenómeno. Desde Marbella, con frecuentes oportunidades y ofertas para trasladarse a otras zonas del planeta, Santiago forjó una carrera prestigiosa y globalmente exitosa a pesar de haberse arruinado varias veces.

Un atractivo de su restaurante siempre fue la bodega, con algunas botellas únicas y, en muchos aspectos, lo más parecido a un museo. En torno a su famosa marisquería fue creando otras ofertas, como “La Taberna de Santiago”, especializada en tapas (y las “ostrería” con las mejores ostras en oferta con media botella de cava).
Al margen de la restauración, también abrió una tienda de objetos artísticos y joyas relacionados con la obra creativa de Salvador Dalí (Al estar en plena Avenida del Mar, sembrada como se sabe de obras escultóricas del genial artista de Cadaqués).

A lo largo de su vida ha recibido innumerables distinciones y dos en concreto vinieron a solemnizar su condición elegida de marbellense: la Medalla de la Ciudad y la distinción de Hijo Adoptivo de Marbella.
Intentó implantar en la ciudad un nuevo concepto de restaurante con el establecimiento «Ruperto de Nola», pero la aventura duró poco. El pasado año 2022 decidió jubilarse y traspasar el restaurante. La nueva dirección parece no haber respetado los términos del acuerdo (y tiene un largo contencioso con la misma).

Hay un aspecto que permanece en el ámbito del secreto y es el elevado número de personajes de la vida política y empresarial que de incógnito visitaron el restaurante.



Algunos de ellos «nunca estuvieron en Marbella», aunque en torno a una mesa de Santiago alcanzaron pactos o tomaron importantes decisiones, en ocasiones sin una plasmación documental, sino simplemente la asistencia como testigo de Santiago Domínguez.
Unas memorias de Santiago valdrían su peso en oro, pero, al menos de momento, no está por la labor a pesar de las muchas ofertas que ha recibido. Asegura textualmente que «lo que puede contar no tiene interés y lo que tiene interés no puede contarlo». Ante todo, el valor de la palabra dada y el respeto del secreto prometido. Sin duda que, a menos que cambie de opinión en algún momento, muchos detalles interesantes de la historia de Marbella de la segunda mitad del siglo XX y primeras décadas del XXI nunca serán conocidos. Continuarán siendo «los misterios de Santiago», termina escribiendo el Cronista Oficial Moyano, en «La Opinión, de Málaga»

Inigualable